Entrevista

“Sumá P”: el fósforo volvió al centro de la escena

En diálogo con Fertilizar Asociación Civil, analizamos la situación actual de los suelos argentinos para entender por qué el fósforo se consolida como el nutriente clave para sostener la productividad y la salud del suelo. 

En esta entrevista, María Fernanda González Sanjuan, Gerenta Ejecutiva de Fertilizar AC, detalla los fundamentos de la campaña “Sumá P”, su planificación basada en evidencia científica, los desafíos del diagnóstico y reposición, y las estrategias que los productores deben adoptar para construir fertilidad y valor en sus lotes.
¿Qué está viendo Fertilizar AC en cuanto a la situación de los suelos en Argentina?
María Fernanda González Sanjuan: Desde Fertilizar AC realizamos relevamientos permanentes sobre calidad de suelo y uso de tecnología en los productores. Lo que observamos es un deterioro sostenido del nivel “prístino” de fósforo. Si bien es un macronutriente, a diferencia del nitrógeno (móvil) y del potasio (aún bien dotado en muchos suelos), su dinámica es particular y muy poco móvil. 
Con los años, la agricultura intensiva redujo el fósforo disponible: hoy el 70% de la superficie agrícola está por debajo de los umbrales de referencia. Es un nutriente estratégico porque construye calidad de suelo, y su deficiencia impacta directamente sobre el rendimiento, especialmente en soja, que depende del fósforo como nutriente principal.

¿Cuál fue el motivo por el cual pensaron en la Campaña de P?
MFGS: La idea surgió de ver dos efectos claros: la pérdida de rendimiento y calidad en el corto plazo, y el deterioro del suelo en el mediano. 
Además, el diagnóstico de fósforo requiere mucho cuidado. Es un nutriente poco móvil: un mal muestreo puede llevar a subestimar su disponibilidad y, en consecuencia, aplicar dosis insuficientes. Por eso quisimos hacer una campaña que pusiera el foco en el diagnóstico, la reposición y la concientización. Y cuando miramos el balance extracción/reposición, en el mejor de los casos solo se repone 65% de lo que se extrae con grano. Es decir, el balance es negativo y, muchas veces, bastante más negativo que ese 35% restante.

¿Por qué P y no otro nutriente?
MFGS: Porque el fósforo (P) es hoy el más crítico. A diferencia del nitrógeno o el potasio, que tienen otras dinámicas, el P está en caída constante. Además, su ciclo es “cerrado”: lo que aplicamos queda mayormente en el suelo, no se lixivia ni volatiliza. Por eso, invertir en fósforo es también guardar valor. En contextos de inflación o crisis internacionales, el productor que “construyó P” en su lote tiene más estabilidad productiva.
Por supuesto, la campaña “Suma P” también busca recordar que ningún nutriente actúa solo: el fósforo tiene sentido dentro de un manejo balanceado junto con nitrógeno (N), potasio (K), azufre (S) y el resto de los elementos esenciales.
En soja, que ocupa 17 millones de hectáreas y obtiene nitrógeno gracias a su capacidad de fijación biológica, el fósforo pasa a ser protagonista. Si ese cultivo no se maneja correctamente, el impacto sobre el sistema es enorme.

¿La campaña involucra a todos los cultivos?
MFGS: Sí, tanto soja como trigo, maíz, girasol, sorgo, pasturas. En soja el impacto es enorme porque el cultivo no recibe N de fertilizante (por la fijación biológica) y el P pasa a ser “la estrella”, junto con el azufre. En sistemas trigo/soja, si el trigo rinde muy bien, la soja de segunda llega a un ambiente con P muy demandado: ahí se pierde una oportunidad si no se repone.

¿Cómo planificaron la campaña?
MFGS: Partimos de una base científica sólida. Hicimos una revisión bibliográfica muy amplia y elaboramos un fichero de más de 60 fichas temáticas (el fósforo en el suelo, en la planta, en el mercado, etc.) con gráficos, fuentes y explicaciones. Todo eso está disponible en la web de Fertilizar AC:  https://fertilizar.org.ar/suma-fosforo-hace-la-diferencia/
La campaña fue principalmente digital: redes sociales, materiales audiovisuales y notas de prensa. Nuestro objetivo era que las empresas socias, los investigadores y los asesores la adoptaran y replicaran. Hoy vemos presentaciones de “Suma P” en congresos y charlas técnicas donde incluso profesionales ajenos a la campaña la usan como referencia, y eso nos alegra mucho.
Buscamos generar conciencia y ofrecer información técnica confiable. Medir resultados en volúmenes de venta sería incorrecto, porque influyen muchos factores externos (precios, importaciones, clima). Pero sí vemos un aumento en la conversación técnica sobre fósforo, en consultas sobre diagnóstico y en productores que están revisando sus estrategias de nutrición.
Nuestro rol es que, cuando el contexto económico sea favorable, el productor ya tenga la información y las herramientas listas para decidir.

Tema “fuentes”: ¿sólidos vs. líquidos, microgranulados, mezclas?
MFGS: Desde Fertilizar AC no promovemos marcas ni formulaciones específicas; trabajamos siempre en unidades de P. Lo importante es que el cultivo reciba las dosis necesarias según su requerimiento.
La fuente puede variar, y hay una gran variedad en el mercado argentino, lo que importa es que el productor elija en función de su sistema, su logística y su disponibilidad regional. También debe tener claro qué significa “grado” y “grado equivalente”, no es lo mismo fósforo elemental que pentóxido de fósforo (P₂O₅) para calcular correctamente.
La clave es que no falten unidades de nutriente disponibles y que la fuente se adapte a la logística del productor (disponibilidad local, contratistas, equipos, plan comercial). Además, el productor debe decidir si solo cubre el requerimiento del cultivo o si también “construye” P del ambiente.
Los ensayos de Fertilizar AC se desarrollan en campos de productores y cada sitio tiene su propio manejo, por eso la experiencia con fósforo líquido aún es limitada, aunque creciente.
Sí, medimos a nivel de mercado la evolución de fertilizantes líquidos por grupo químico, y vemos una tendencia de crecimiento, especialmente en nitrogenados y fosfatados. La adopción requiere acompañamiento técnico y logístico, algo que ya ocurre en países como EE. UU. y Brasil.
Los productos más innovadores suelen nacer contemplando ambiente: emisiones, eficiencia, etc. Pero el punto de fondo es que el uso de fertilizantes tiene que crecer en Argentina si queremos intensificar verticalmente sin expandir la frontera sobre ecosistemas frágiles. Hoy muchos suelos ya no acompañan con su stock propio de nutrientes.

¿Cuál es la principal recomendación desde Fertilizar AC en cuanto al manejo del P?
MFGS: Muestrear correctamente y diagnosticar bien. Un mal diagnóstico lleva a subdosis o sobrecostos. Y después, aplicar con criterio agronómico: reponer lo que se extrae y, cuando sea posible, reconstruir niveles en el suelo.
En años húmedos, el techo de rendimiento lo fija la disponibilidad de nutrientes, no el agua. Si el productor reduce la dosis porque “los números no dan”, termina eliminando justo la tecnología que le permite alcanzar el rendimiento necesario para pagar sus costos fijos.

¿Cuál sería la recomendación final para el productor agropecuario?
MFGS: Primero, medir y planificar. Años con buena humedad fijan el techo por disponibilidad de nutrientes, no por agua. 
Segundo, revisar la estructura económica: muchas veces los números no cierran no por el fertilizante, sino por los altos costos de alquiler. Hagan los números de nuevo, celda por celda, y si no “dan”, revisen la estructura (por ejemplo, campos alquilados con cánones difíciles de cubrir con un manejo agronómico razonable). Conversen con dueños de la tierra, no es lo mismo un campo de 5 ppm de P que uno de 15 ppm. Negocien en función del suelo real y comprometan una estrategia de mediano plazo que incluya reposición.
Y, por último, entender que invertir en fósforo es invertir en suelo. Es construir valor y resiliencia productiva. La nutrición balanceada no solo mejora el rendimiento inmediato: asegura que el campo siga siendo fértil y productivo a largo plazo.

 

Canal de contacto 

QUIERO CONTACTARME
CON UN ASESOR

Completá por favor tus datos y nos contactaremos a la brevedad, gracias!